Por su posición geográfica, al norte de la provincia de Burgos, el Valle de Valdebezana tiene una historia densa e interesante. Perteneció a los cántabros y las legiones romanas hubieron de prestarse con firmeza en la guerra que vino a dirigir el mismo Augusto. En la localidad de Virtus (nombre arcaico) hubo poblamientos y fuerza romana que luego aprovecharon los Porres, linaje de la tierra, para su propia defensa. Por el puerto del Escudo subieron los primeros foramontanos que luego se disgregaron por los valles formando diminutas aldeas.
No consta a lo largo de su historia su incorporación a las inmediatas merindades, aunque luego pasaron a pertenecer al Partido de Sedano. Con el tiempo se han sucedido diversas modificaciones en el régimen administrativo de los pueblos que integran el Valle, que se compone de las siguientes localidades: Argomedo, Arnedo, Bezana, Castrillo de Bezana, San Cibrián, Cilleruelo de Bezana, Cubillos del Rojo, Herbosa, Hoz de Arreba, Landrave, Montoto, Mumilla, Pradilla de Hoz de Arreba, Quintanaentello, Quintanilla San Román, Riaño, Soncillo, San Vicente de Villamezán, Las Torres de Abajo, Villabáscones de Bezana, Villanueva de San Román y Virtus. La historia de cada localidad viaja paralela, si bien todas ellas se han visto beneficiadas por la mejora de las vías de comunicación y por las diversas ferias que les reunían en puntos como Soncillo.
En la actualidad habitan el valle algo más de 800 habitantes, aunque en verano la población llega a triplicarse, ya que muchos de los antiguos moradores conservan en esta privilegiada zona su segunda residencia.